Ya desde los tiempos del descubrimiento de América, los científicos europeos comenzaron a interesarse por la papa, al ver que era consumida y utilizada por los aborígenes (mal llamados indios) uno de esto científicos de nombre Bernabé Cobo ya describía en 1653 algunos usos curativos de la papa y que eran utilizados por los amerindios de los andes que preparaban un cocimiento de las papas verdes para aplicar como emplastos para los que padecen de la gota., decía este medico científico que debido a que la naturaleza de la papa era "fría y ventosa" poseía propiedades antiinflamatorias, haciéndose útil para todo tipo de fiebres, hinchazones y erupciones.
Existen en la ciencia popular algunos remedios caseros en los cuales la papa es utilizada, como por ejemplo las rodajas de papas que espolvoreadas con sal se colocan en las sienes para aliviar los dolores de cabeza o la migraña. También puede aplicarse para aliviar la urticaria. Otra receta aconseja que antes de utilizarla para esto debemos remojarlas en vinagre previamente.
Dentro de la cocina, según dicen las abuelas, al colocar una rodaja fresca de papa (con todo y piel) podemos remediar rápidamente y amortiguar el dolor producido por quemadura, esto también debido a las pequeñas cantidades de solanina que contiene la papa (más concentrada en la cáscara) que realizan un ligero efecto narcótico y sedante, también se puede usar por esto en llagas de herpes y otras erupciones.
Podemos utilizar las papas como compresas, en quemaduras producidas por el exceso de radiación solar sobre los ojos, aplicando las rodajas de papas directamente o en caso de dolor intenso de la córnea, se dice que alivian el dolor y desinflaman los ojos de forma considerablemente, debido a sus propiedades antiinflamatorias de las que ya hemos hablado.
En algunos pueblos preparan un pomada con papas molidas, mezcladas con carbón de sauce y aceite de olivas para aliviar las mordeduras de perro.
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