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La Vida es como una Montaña Rusa
La Vida, es como una montaña rusa, hay momentos en que nos sentimos en la cúspide, nuestra vida esta en la cima, sentimos una sensación de estabilidad, de progreso, de logro, de placer, nos sentimos, que nada nos agobia, ni nos hace entretenernos con nada que nos parezca insignificante, todo allá abajo, lo vemos lejos, pequeño, insignificante, sin ninguna importancia, lo mas importante para nosotros en ese momento, es como nos sentimos, cuando fuimos disfrutando nuestra escalada desde abajo hasta la cima.
Ya estamos en la cúspide, y casi podemos imaginarnos, como pueden ver las águilas desde arriba en el cielo, mientras agitan sus alas volando por el ancho cielo azul, y desde arriba podemos contemplar, todo el panorama, y mirarlo de una manera mas amplio, vemos aun desde lejos todo lo que rodea aquella cúspide de esa montaña rusa en la que estamos, de lejos vemos, mares, montañas, casas, la gente, los demás juegos del parque de atracciones, vemos todo tan pequeño tan insignificante, y nada se nos compara con aquella sensación de estabilidad, de placer, de altura, de estar como volando, casi nos sentimos como debe ver, y contemplar Dios junto a todos los Ángeles toda la tierra, desde los cielos.
De pronto, en otro momento casi inmediato, empezamos a descubrir que ya llegamos a nuestro destino de altura, en este lugar del camino, pero que no podemos quedarnos allí, que hay que continuar, pero comprendemos, que no vamos a continuar subiendo, ahora estamos sintiendo una pequeña sensación de descenso, vemos inclinarse de a poquito, nuestro medio en el cual nos estamos conduciendo, pero no tenemos el timón, no tenemos manera de pararlo, sin duda no podemos detener esa inclinación que se esta dando de a poquito, y de repente empezamos a asustarnos, a sentirnos porque nos tiene que pasar, porque tenemos que bajar, si aquí estaba cómodo, si aquí podía ver todo desde arriba, si aquí podía contemplar mejor las cosas, porque tener que bajar .
Ya empezamos a descender, y ahora, empezamos a sentir miedo, y peor aun nuestro corazón empieza a latir con mas fuerza, nuestro pulso se acelera mas y más, nuestro proceso de respiración, comienza a acelerarse mas y más, sentimos como ahogo, como que se nos nubla la vista, como si no podemos ver mas nada, que un túnel oscuro. Empezamos a sentir un miedo terrible, de caer al precipicio, de derrumbarnos hacia el vació, hacia lo desconocido, hacia lo mas profundo de la tierra, nos empezamos a sentir que nos morimos, que desfallecemos, que es inevitable nuestro final, que hasta aquí llegamos, que ya se termino todo y que de nada sirvió tanto tiempo subiendo, escalando, alcanzando metas, subiendo obstáculos, obteniendo logros, alcanzando la admiración de los demás.
De nada sirvió, haber empleado tanto tiempo subiendo de posición, subiendo de nivel, ahora estamos descendiendo, todos nos ven caer, y aunque quisiéramos que no vean en nuestro rostro, el temor, el dolor, el miedo y la profunda angustia que sentimos dentro nuestro, es inevitable, todos nos ven caer, nos ven descender desde las alturas, nuestra vida no esta oculta, estamos en un lugar publico; conocidos y desconocidos, pueden mirarnos, y contemplar nuestro susto en nuestra cara, pueden mirar cual asustados estamos, pueden mirar aun sin disimular, mas bien se acercan aun mas para poder contemplar mejor el susto en nuestra cara, y el miedo, pareciera que le fuera curioso, gracioso y placentero vernos caer, vernos descender de esa cúspide.
Todo va sucediendo tan rápido, y mientras la velocidad en la bajada aumenta, no podemos pensar en otra cosa, lo único en lo que nuestra mente se concentra es en aquel miedo a morir, o a quedar malherido, miedo a que quedemos minusválido, y no podamos pararnos mas, no podamos mas caminar con nuestros propios pies, no podernos levantar ya mas de ese doloroso suceso.
Cuando estamos allí en ese momento oscuro, precipitado, se nos olvidan los que están alrededor nuestro esperando nuestro auxilio, ellos también están asustados, ellos también se les esta agitando el pulso, ellos también tienen el corazón acelerado, ellos también tienen miedo, ellos también están aturdidos, porque una vez estuvieron arriba tal cual como tu, y tampoco pudieron hacer nada para detener su caída, también sintieron temor por descender y no saber al final que sucederá con sus vidas, ellos también tienen miedo a morir o a que ya no puedan pararse nunca jamás, de su vida frustrada y postrada en la que están cayendo.
Cuando estamos abajo, ya nuestra vista no alcanza ver nada mas, que las alturas, y mirarlas desde lejos y sentirse que fue tan hermoso, tan feliz, tan placentero haber estado allí, en la cúspide, y ahora por alguna inevitable situación, ya no estamos allá, ya no podemos ver el mar, ni las montañas, ni sentir el aire fresco, ni sentirnos como las águilas agitando sus alas en el cielo, ya no podemos ver como vera, ni Dios, ni sus Ángeles, desde allí.
Y pensamos, es imposible que Dios pueda ver que se siente estar aquí, El esta en el cielo en la cúspide, lejos de nosotros, distante, como podemos si quiera imaginarnos como lo vería, si ni siquiera el tendría la desgracia de bajar, y estar aquí, en lo profundo del abismo, derrotado, casi destruido emocionalmente, no eso ni pensarlo, Dios sigue siendo Dios, sigue estando en el cielo, y aun sigue contemplando todo desde arriba, y de alguna manera nos sentimos, que mas bien Dios nos reprochara porque estamos abajo, en vez de estar arriba, como que si ya Dios se nos hace tan inalcanzable, y no tiene tiempo para perderlo, con unos diminutos personajes, escondidos en el olvidado, deteriorándose y marchitándose en medio de la angustia y la desesperación, y el pánico que le rodea.
Ahora todo lo ves mas grande, ves que ya todo, no es tan diminuto como lo veías desde arriba, ahora que estas abajo, todo lo ves aun mucho mas grande que tu, ahora, tu te ves tan diminuto y casi insignificante en medio de todo lo que te rodea a ti.
De pronto volvemos a sentir, una pequeña sensación de despegue, como que una sensación de tranquilidad, nos empieza a envolver, ya sentimos, nuevamente los pequeños inicios de un despegue que nos impulsa hacia arriba, pero no es tan acelerado, es casi como que tan difícil volver a subir, como que si esta costando mas subir esta vez, que la primera vez que estuvimos subiendo, vamos subiendo y el corazón empieza a agitarse, empieza a volver la alegría en nuestro rostro, empezamos a sentirnos mas emocionados, como que renacemos, como que vale la pena continuar, ya vamos a salir de esa oscuridad, de ese abismo, sentimos que ya hay esperanza, y que la vida nos esta dando una nueva oportunidad. Es como que si una voz interna te dijera, vale la pena seguir, sigue adelante, de esta te levantas, estas marchando, no te detengas, sigue adelante, no importa que tanto te cueste, sigue y continua, todavía hay mas, todavía te toca volver a subir, ascender desde esta situación a otro nivel, a otro posición mas elevada, todavía quedan mucho por recorrer, hay tiempo para continuar.
Ahora, empiezas a verte subir, escalar, expandirse de nuevo tu visión, comienzas a ver que se están encogiendo ante tu vista todo de nuevo, empiezas a mirarlo mas pequeño cada vez que vas subiendo mas y mas, te estas volviendo a sentir como antes, lleno de emoción, de expectativas, de alegría, de ganas de aventurarte hacia lo que viene, te vuelves a sentir, como vivo, como lleno de alegría, te empiezas a sentir rodeado de una estabilidad emocional, y ahora ya empieza a cambiar tu tristeza en gozo, tu llanto en sonrisa, empiezas a ver tu descenso como una oportunidad, que te permitió volver a subir, volver a experimentar el triunfo, volver a experimentar la sensación de ir subiendo, ya hasta se te habia olvidado que se sentía ir subiendo, ir marchando hacia arriba, ya se te habia olvidado lo que se siente ir de triunfo en triunfo, ya se te habia olvidado, lo que es sentir que todo esta bajo control. Ya lo estas experimentando de nuevo en tu vida.
Que felicidad estas subiendo, a pasos lentos pero seguro, ya tu sabes, que ya estas despegando de esta situación vergonzosa, de esta situación preocupante, de esta sensación agobiadora que penetraba lo mas profundo de tu alma, de tu mente, de todo tu ser, ya la crisis termino, ya no lo puedes borrar, ni olvidar, pero lo importante es que ya saliste de eso, ya tu situación mejoro.
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