Por otra parte, las conductas de la madre resultan relevantes para determinar la calidad del apego establecido. Según Crittenden señala las siguientes posibles conductas maternas:
1) La madre disponible (atenta en todo momento a las señales que emite el niño) frente a la madre desentendida (preocupada en sus propias cosas, que suele no darse cuenta de las señales de su hijo, incluso aunque estas aumenten de intensidad),
2) La madre que acepta (su situación de madre y su atadura para atender adecuadamente las necesidades de su hijo) frente a la madre que rechaza ( expresando su enojo ante las demandas del niño, incluso no satisfaciéndolas y creando un ambiente de conflicto.
3) La madre cooperadora (que respeta las iniciativas de su hijo y procura no interferir ni ejercer un control directo) frente a la madre que interfiere ( imponiendo sus deseos por encima de los del niño, sin atender a las iniciativas o sentimientos del niño).
4) La madre sensible (que se coloca en el punto de vista del bebe y descifra adecuadamente sus señales) frente a la madre insensible (que no entiende a su bebé ni es capaz de interpretar lo que le quiere comunicar).
La sensibilidad del la madre ante las señales de su hijo equivale a estar disponible, cooperar y aceptar al niño. Con esta cualidad de sensible es posible establecer un apego seguro que constituye la base del desarrollo adecuado del niño. Ya que a partir de este apego seguro el niño podrá explorar su entorno, desde la confianza en que su madre constituye esa base segura a la que podrá regresar en caso de necesidad y la que le prestar el auxilio y sostén que necesite.
Para establecer, de una forma empírica, los distintos Tipos de Apego, Ainsworth desarrollo una técnica que denomino “situación extraña”, en la que se generan distintos niveles de estrés. En función de las respuestas conductuales y afectivas del niño con relación a su madre y a las conductas de exploración estableció tres tipos básicos.
La situación extraña consiste en colocar al niño en una serie de situaciones sucesivas. Siguiendo el siguiente orden: a) Colocar a la madre y el niño juntos en una habitación extraña con juguetes. b) Una mujer desconocida entra a la habitación en la que están la madre y el niño. c) La madre deja al niño con la mujer extraña. d) La madre vuelve a entrar y la mujer extraña se va. e) La madre sale y deja al hijo solo. f) La mujer extraña vuelve. g) La madre vuelve. A partir de las respuestas comportamentales del niño se establecieron los tres grupos básicos: los niños seguros, los niños evitativos y los niños resistentes. Posteriormente otros autores han desglosado y ampliado algún tipo más. Los rasgos más significativos para cada grupo, según Ainsworth son. A) Los niños seguros utilizan a la madre como una base segura para explorar el mundo y en el momento de separación pueden demostrar angustia y se reduce su exploración, pero no tanto como en los niños inseguros. B) Los niños evitativos presentan rechazo al contacto corporal, juegan cuando la madre no esta presente. No lloran, o apenas lo hacen, durante la separación, y cuando vuelve la madre la evitan. C) Los niños resistentes demuestran mucha angustia en la separación. Cuando vuelve la madre pueden mostrarse resistentes, mostrarse enfadados o no reaccionar, como si nada hubiese cambiado.
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