El pollo debe cocinarse a temperatura superiores a los 80°C, a 95°C en el muslo y 90°C en la pechuga que serian las partes que contienen mas carne. Se considera que le pieza esta lista para su consumo cuando la carne que esta pegada a los huesos a perdido su color rojizo.
Según sea su tamaño el pollo se presta a diferentes preparaciones dentro de la cocina, los pollos pequeños de mas o menos 1,5 kilos son especiales para asarlos a las parrillas o prepararlos en frituras, los pollos medianos de 1.8 kilos son mejores para cortarlos en piezas y hacer guisos, aquellos que llegan a los dos kilos se utilizan mejor para filetearlos, separar las supremas y para ser cocinados en el horno rellenos o no.
Con el pollo valen todos los métodos de cocción, dado a la versatilidad de su carne, a lo bien que combina con todos los ingredientes, se presta a la preparación de exquisitos platos, que pueden cocinarse rápidamente, en cuestión de minutos podemos ofrecer un gran plato a nuestros comensales.
El método de cocción húmedo, es decir por ebullición se utiliza en la preparación de caldos o pucheros, y generalmente son cocciones largas y a fuego lento para lograr sacar al pollo todas sus sustancias sápidas y que estas enriquezcan el plato, otorgándoles su aroma inconfundible.
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