El pollo goza de gran aceptación, es fácil de preparar y siempre obtendremos excelentes resultados si seguimos algunas reglas básicas:
1. Cuando compremos un pollo congelado, no debemos permitir que se descongele si no lo vamos a preparar de inmediato, si se descongela no debemos congelarlo nuevamente, es preferible cocinarlo y congelar el guiso o el plato que sobre.
2. Debemos lavarlo muy bien, por dentro y por fuera, cortar el cuello y quitar la mayor grasa que podamos, si queremos también podemos quitarle la piel, aunque al prepararlo con piel la carne será mas jugosa, y todos estos excedentes servirán para preparar nuestro fondo de ave (cuello, huesos y piel a veces las puntas de las alas).
3. Cuando lo cocinemos este debe estar bien hecho, un pollo entero o picado debe ser cocinado lentamente y por un espacio prolongado.
4. Si no lo cocinamos todo, debemos refrigerarlo en los bajos de la nevera y no lo mantengamos más de 3 días sin cocerlo. Si esta congelado y lo conservamos así, durara al menos 2 meses sin perder sus cualidades ni su sabor.
5. Si lo vamos a hornear, no rociemos el jugo que suelta sobra la piel pues entonces no quedara esta crujiente y tostada sino húmeda y pálida.
6. Si estamos horneando un pollo calculemos bien el tiempo, y no abramos el horno hasta completado este lapso a fin de que el horno mantenga su temperatura constante.
7. La salvia es un aromático clásico que le hace mucho bien al pollo, el estragón también pero con moderación, unas hojas de laurel aumentan el sabor del pollo en guisos.
8. Cuando compremos pollo fijémonos que su piel este lisa, sin roturas, la carne blanda y elástica, de un color rosado blanquecino y pálido, el pescuezo y las piernas gruesas y la punta del esternón flexible.
9. Compre el pollo en lugares reconocidos, y donde pueda verificar su frescura y tocarlo, para saber que cumple con sus exigencias.
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