Un chorrito de leche, algunas cucharadas de yogur (kefir, jocoque) en el fondo del tarro, las conchitas inrallables del queso, a veces muy duras, sobrantes de crema agria, esos productos que son derivados de la leche y que a veces ocupan pequeños espacios en nuestra nevera y no sabemos que hacer con ellos.

Lo importante es saber que estos productos son perecederos, por lo que su refrigeración y congelación debe ser apropiada al igual que la inmediatez de su uso. Los queso no congelan muy bien, a menos que los utilice luego para salsas, que derriten , sino se desmoronaran, los otros productos son mas liquidos y si se pueden congelar, preferiblemente en bolsas plásticas herméticas, etiquetadas y donde podemos usarlos rápidamente.

Los principales sobrantes que generamos en nuestra cocina son los de los quesos. Empiezan a ponerse ligeramente duros y secos al poco tiempo, recordemos que el queso siempre esta madurando y creciendo, por lo que es importante tenerlos dentro del refrigerador, en envases cubiertos, pues tambien adquieren olores y sabores de otros alimentos.

Cando nos quedan sobras de estos quesos, lo ideal seria cortarlos en cuadritos, o molerlos en la procesadora o la licuadora y lo ideal es mantenerlos a mano para usarlos pronto y tenerlos alamacenados en frascos de vidrio, esterilizados, secos y tapados dentro del refrigerador.

Los sobrantes de queso son de los mas socorridos dentro de nuestra cocina, un toquecito de queso puede dar a un cacerola una dimensión especial, y hacer de una receta simple otra cosa, cuando el queso en molido y mezclado con pan rallado da una capa crujiente a gratinados especialmente en los cuales utilizamos salsa blanca, tambien en cubiertas para pies (pays), cuando los añadimos en los 5 minutos finales del horneado, sólo para darles ese crujiente y doradito que los hace tan especiales y provocativos.

Los trocitos sonbrantes de queso sirven para hacer salsas de quesos para pastas cortas, como los famosos “Macarrones con queso”, pero tambien para dar espesor y consistencia a otras salsas sobre todo cuando derriten bien. Para darles el sabroso toque de queso a las pizzas caseras, para canelones, para calzones, etc, y otras tantas ricuras de la cocina italiana.