Existen unas reglas básicas para la preparación de sopas y tienen que ver con la cocción de los alimentos, su forma, textura e ingredientes.
Para preparar una buena sopa tenemos que tener primero todos los ingredientes limpios, pelados, cortados y listos (la carne, las hortalizas, los tubérculos) y comenzar la cocción a partir del agua a temperatura natural, ambiente o a lo que le decimos agua fría, que no es de la nevera, sino del chorro, es decir colocamos todos los ingrediente en un olla grande con suficiente agua que los cubra y un cuarto mas arriba, y la llevamos a fuego alto, esto permitirá que todas las sustancias sápidas (los sabores de los alimentos) pasen a la sopa haciéndola mas suculenta, espesa y apetitosa, además de esto los nutrientes, vitaminas y minerales de los alimentos quedan en el agua que es en definitiva lo que vamos a consumir.
Cuando la sopa llega al punto de ebullición o hervor, bajamos el fuego y la dejamos cocinar lentamente hasta que todos los ingredientes estén tiernos.
La sopa debe ser espesa, provocativa, si vemos que esta floja, tomamos algunas hortalizas y tubérculos de la misma sopa y los licuamos con el caldo, incorporando este licuado de nuevo al preparado, estos ingredientes ricos en almidón espesaren la sopa.
También podemos licuar 2 papas medianas crudas, peladas con una taza del caldo y añadirlo a la sopa, cocinándola 10 minutos mas o menos.
Las sopas tienen una división y es básica a nivel mundial, pero también en Venezuela las clasificamos con un criterio propio, y respetando los parámetro de la cocina clásica. Los potajes se dividen en: Consomés, sopas y cremas, y lo que los venezolanos llamamos hervidos y sancochos.
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