La primera noche,
hombre y mujer se encuentran y toman juntos
una comida. Pueden experimentarse en lo más
íntimo con la fuerza de sus ojos y el
sentido del olfato. Sin embargo, aún
no les están permitidos los contactos.
Por ello, se recomienda adornar y embellecer
el cuerpo desnudo con todo tipo de formas imaginables,
dejarle se excitante, seductor, aromático,
sensual... para permitir desde la primera noche
al compañero tántrico tener una
experiencia profunda de su sensualidad y de
placer.
--"El Tao de
la cocina", Erich Bauer/Uwe Karstädt
--
Las ideas fundamentales
del tantra pueden encontrarse en una historia
hindú inventada, que se ha transmitido
mediante los escritos tántricos. En esa
historia se cuenta que: "... antes del
Universo, antes de todos los tiempos, sólo
existían un único punto de energía
creadora. Esa fuerza era femenina, y de ella
salió el universo entero. La diosa del
tiempo estaba en el centro del Universo que
ella había creado. Su fuerza creadora
se había consumido y había en
ella un sentimiento de vacío. Cuando
sus energías creadoras se hubieron repuesto,
decidió seguir creando, pues sólo
en ello encontraba placer. Así creó
la Tierra, el suelo firme y los mares, las plantas
y los animales. Dio su ser a todas las cosas
y las ordenó en una relación equilibrada,
de suerte que se reprodujeran y propagaran.
Una vez que hubo
consumado la creación, se alegró
sobremanera pero, sus energías aún
no se habían agotado del todo.
Así que se
imaginó la forma femenina del hombre
y la adoptó ella misma. Y se llamó
a sí misma Kalì, y se dividió
en dos, de donde surgió MAHAKALA, la
forma masculina. Y enseñó a Mahakala
los goces tántricos y la renovación
de sus propias fuerzas creadoras.
Estas dos divinidades
del tantra juntas, engendraron al primer hombre
y le transmitieron los rituales tántricos,
para que pudieran participar de la felicidad
de la alegría perfecta y de ilimitado
poder sobre el Universo."
-- A. Thirleby:
"El tantra del amor" --
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