Cuando preparamos algo en la cocina siempre nos pueden ocurrir pequeños accidentes ,lo importante es que casi siempre tiene remedio (excepto cunado agregamos sal de mas a una preparación, a mi juicio).
No debemos angustiarnos, cocinar es disfrutar con la creación, sentirnos artistas y un arte bello pero efímero (duramos mas haciéndolo que lo que tardan en comérselo) pero eso es la culminación de nuestro arte, si se lo comen y se chupan los dedos y no dejan ni un miga, sentimos una satisfacción que nos llena el alma y el corazón.
Cuando hacemos tortas podemos tener alguno que otro tropiezo, he aquí alguna sencillas soluciones, claro si el mal no es el peor:
Al sacar nuestra torta esta se hundió en el centro. Puede ser porque
- Pusimos mucho liquido en la mezcla
- No tuvimos cuidado al sacarla del horno y no estaba completamente hecha. Su centro aun estaba crudo.
- La temperatura del horno no era la conveniente o la correcta.
El remedio: Corte el centro con una molde o con un cuchillo afilado, y rellénelo de frutas en almíbar para presentarlo y sírvalo como una torta de aro (las que se preparan en moldes con un hueco en el centro). Pero no se angustie.
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