En algunas regiones, llegó a ser muy popular. Para hacer arrope se pisan en un recipiente 10 a 15 kilos de uva, una vez que queda el orujo (hollejo de la uva) sin nada de jugo, se echa este mosto en una paila (vasija grande de metal, redonda y poco profunda) grande y se pone al fuego conjuntamente con unas 2 pencas de planta de tuna (cactus apuntia) peladas y un medio cucharón con ceniza; antes que quiera soltar el hervor, se le va sacando toda la borra que sube al borde de la paila; al fin, se saca la paila del fuego y se deja que se asiente ese mosto, y una vez asentado, se cambia de vasija con mucho cuidado, de manera que la borra o sea broza quede en el asiento del recipiente que lo contiene En la nueva vasija se le echa nuevamente pencas de tuna y cáscaras de huevo y se pone al fuego nuevamente para par conseguir una mayor clarificación del mosto; cuando ha querido empezar a hervir, se desespuma bien el mosto, y de esta manera se consigue dejarlo listo para ponerlo a la paila, a que se haga el arrope. Algunos lo hacen con cascos de zapallo o con duraznos cuaresmillos.
Una vez que queda más o menos, un poco menos de la mitad del mosto, que se ha puesto a cocerse en la pila, es seña de que ya está a punto de retirarla del fuego; se la pone un poco inclinada de un costado y se lo bate con una cuchara grande de palo, o con una espumadera para que se enfríe.
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