Deterioro de la salud física y mental: además de los trastornos
emocionales señalados más arriba, el stress y el burnout pueden ser los
disparadores de, o agravar enfermedades como, coronariopatías, diabetes,
asma, colon irritable, úlcera gastroduodenal, depresión del sistema
inmunitario, cáncer, psoriasis, herpes, etc. En el plano de los trastornos
mentales, puede influir en el curso de la enfermedad bipolar, esquizofrenia,
descompensaciones psicóticas, tendencia a la auto y hétero agresión,
suicidio, etc.
Insatisfacción personal y laboral: el individuo se ve imposibilitado
de disfrutar las actividades que habitualmente le brindan satisfacción.
Reducida productividad en el trabajo, deteriorando sus relaciones
laborales e instalando otro círculo vicioso de mayor exigencia-imposibilidad
de cumplir-mayor stress
Ausentismo, como consecuencia del agotamiento y deterioro de su
salud.
Deterioro de las relaciones familiares y personales por los cambios
en su conducta, en su carácter, en sus actividades, etc.
Propensión al Burnout
Qué es lo que hace que algunas personas sometidas a un alto nivel de stress
desarrollen un burnout y otras no? Algunas de las características de
personalidad que se ha visto que pueden llevar más fácilmente a la persona
sometida a un exceso de stress a desarrollar un burnout son
Sensibilidad a los sentimientos y necesidades de los otros
Dedicación al trabajo
Idealismo
Personalidad ansiosa
Elevada autoexigencia
"Casualmente" éstas son las características de los buenos empleados,
especialmente en profesiones dedicadas al cuidado de la salud. Una breve
referencia en cuanto a este tema que merece un artículo aparte:
Los profesionales de la salud, no solamente están muy expuestos al stress y
al burnout, sino también, y como consecuencia de ello y de las mismas
características de la profesión, a lo que se ha dado en llamar la
Traumatización Secundaria, o Traumatización Vicaria. El hecho de ser
testigos y estar permanentemente en contacto con el sufrimiento, la
enfermedad y la muerte tiene consecuencias tanto emocionales como
fisiológicas, que producir una traumatización severa.
También es pertinente preguntarse qué nos protege del burnout. En general,
el apoyo emocional parece ser un buen contrapeso del stress.
Aquéllos que tienen buenas relaciones personales están menos
propensos a sufrir de stress.
En el trabajo, el apoyo de los superiores es particularmente
valioso.
El apoyo no solamente debe estar disponible, sino que la persona
debe querer hacer uso del apoyo.
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