Cuando existen unas relaciones pobres y hay poca confianza, se producen frecuentemente
comunicaciones insuficientes que originan tensiones psicológicas y
sentimientos de insatisfacción en el trabajo.
En este sentido, al considerar las relaciones con los superiores se pueden
hallar favoritismos por su parte que provocan tensión y presión añadidas.
Por el contrario, las relaciones con los subordinados son con frecuencia
fuentes de estrés para los directivos, al tratar de conseguir mayor
productividad y un tratamiento considerado.
Las relaciones entre compañeros también pueden ocasionar diversas
situaciones estresantes, como por ejemplo, rivalidad, falta de apoyo en
situaciones difíciles, culpabilización de los errores o problemas, e incluso
una total falta de relaciones.
Estrés relacionado con el Desarrollo de la Carrera Profesional Por lo
general, el trabajador espera ir ascendiendo en los diversos puestos que
tiene la empresa a la que pertenece, es decir, tiende a mejorar no sólo en
el aspecto económico, si no que también aspira a puestos de mayor
responsabilidad o cualificación, desarrollando lo que llamaríamos su carrera
profesional. Por eso, cuando las expectativas se truncan, aparecen tensiones
o factores estresantes, como por
ejemplo:
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Falta de seguridad en el trabajo.
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Incongruencia o falta de equidad en una promoción insuficiente o excesiva.
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Conciencia de haber alcanzado el propio techo.
Cuando un ejecutivo de mediana edad observa una ralentización en los
procesos de promoción, y experimenta que va alcanzando su propio techo y
puede ser sustituido por otros compañeros más jóvenes y con mas preparación,
aparecen tensiones, conflictos, ansiedades, insatisfacciones y temores en
relación con su posición profesional.
Estrés producido por la estructura organizativa
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Falta de participación en los procesos de toma de decisiones.
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Falta de autonomía en el trabajo.
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Inadecuada política de dirección.
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Sentirse extraño en la propia organización.
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Estrecha supervisión del trabajo.
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