Es sencillo escalfar los huevos simplemente rómpalos uno a uno en una taza y échelos suavemente echarse en un recipiente con agua hirviendo, lo mas cerca de la superficie del agua a la que se haya añadido vinagre. Baje la llama y cuézalos a fuego lento, al cabo de 2 minutos y medio ya están listos. Sáquelos con una espumadera y sumérjalos en agua fría, con hielo, luego para usarlos, póngalos unos minutos en agua hirviendo para calentarlos.
Se pueden acompañar de cualquier tipo de salsas, como bechamel o tomate, pero en este caso se sustituirá el vinagre de la cocción por limón. Nunca se debe añadir sal.
Los huevos fritos
Lo primero es elegir una sartén honda y depositar abundante aceite. Cuando éste se encuentre suficientemente caliente, se echa el huevo y se deja hasta que adquiera la consistencia deseada, sin tocarlo. Se saca y se deja escurrir. Son más indigestos que los otros y, además aumentan la tasa de colesterol del organismo, al enriquecerse con el aceite de la fritura.
Los huevos revueltos
Primero bata perfectamente los huevos para que se liguen bien la clara y la yema, hasta que la mezcla este espumosa y añada un chorrito de agua o leche, luego viertalos en la sartén y se deben batir hasta que alcancen una consistencia cremosa. Se retiran del fuego y se sirven en una fuente caliente. El secreto de los huevos revueltos es que no se deben cocinar a fuego lento, sino al baño de María. En caso de que se hagan al fuego, conviene colocar el recipiente sobre una placa de amianto para que el calor se reparta más uniformemente.
Las tortillas
La variedad de tortillas que pueden confeccionarse depende de los ingredientes que intervienen en su elaboración Así, las hay de patatas, de espárragos, de espinacas, de jamón, gambas, queso, mejillones; y combinaciones de varias de ellas, como sería el caso de la tortilla paisana y otras muchas semejantes que proporcionan las gastronomías regionales.
Desde un punto de vista estrictamente culinario, todas estas combinaciones mencionadas producen resultados magníficos de sabor. Y si nos referimos a su valor nutritivo se logran con ellas platos de un contenido en nutrientes difícilmente superable, pues a la riqueza en principios básicos para la alimentación que presenta el huevo hay que sumar la de los productos añadidos.
Primero bata perfectamente los huevos para que se liguen bien la clara y la yema, hasta que la mezcla este espumosa y añada un chorrito de agua o leche, agregue el ingrediente especial y luego vierta la preparación en una sartén preferiblemente de fondo grueso, cuando empiece a cuajar la parte superior, voltéela con ayuda de un plato.
El cocinado de tortillas y rellenos requiere poco tiempo, escaso esfuerzo y no ofrece mayores dificultades.
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