Considerando lo antes expuesto, pensando en brindar una mejor calidad de vida, desde la Musicoterapia se ofrecen actividades que operen como sustituto o reparación de gratificaciones perdidas. Se propone llevar a la persona a tomar parte activa y no caer en una actitud pasiva y dependiente, como así también tener una disposición abierta y vital hacia la vejez propia y ajena.
La Musicoterapia apela a la cualidad movilizadora de la música para provocar respuestas que generen cambios positivos en las personas. El musicoterapeuta intuye, propone, interviene, plantea modelos alternativos de participación y expresión, acompañando al paciente en todo momento.
Pueden usarse muchos medios para la aproximarse a la problemática individual y para profundizar la misma:
• Improvisaciones sonoras, vocales e instrumentales.
• El canto como disparador de recuerdos, posibilita el aprendizaje, mejora la dicción (empobrecida por el uso de psicofármacos), ubica en tiempo y espacio (atención, memoria, etc.), posibilita la externalización de la personalidad y la conducta (permite efectuar señalamientos individuales tales como bloqueos, silencios, estereotipos, inhibiciones, etc.)
• Trabajos con ritmos y melodías (estimulan la atención, memoria, secuencia temporal y rapidez en las respuestas)
Para ello serán necesarios pocos recursos y materiales, tales como espacio físico amplio y luminoso, instrumentos musicales, objetos sonoros que pueden ser creados por el paciente, equipos de audio y demás elementos que se necesiten según el desarrollo de las actividades.
La musicoterapia data de los años 40 como rama de medicina recuparativa, que con los efectos fisiológicos, afectivos y mentales de la música, contribuye a un equilibrio psicofísico de las personas. Es una especialidad orientada a la apertura de los canales de comunicación por medio del sonido, la música, el gesto, el movimiento, el silencio, en un contexto no-verbal de la terapia, situando estas técnicas en un contexto verbal. La relalción input-output que ocurre entre la persona y el terapeuta se ve acompañada por la música. La musicoterapia pretende posibilitar la comunicación y expresión en aquellas personas necesitadas de ello, facilitando la apertura emocional y el acceso hacia el lenguaje, lo que contribuye enormemente en el proceso de curación.
Los objetivos pueden ser educacionales, recreativos, de rehabilitación, preventivos o psicoterapeuticos y pueden ser programados hacia las necesidades físicas, emocioanales, intelectuales del paciente. A nivel general esta terapia pretende:
- Desarrollar los aspectos referidos al bienestar emocional, la salud física, el funcionamiento social, las habilidades de comunicación y cognoscitivas a través de las respuestas musicales.
- Planificar sesiones musicales para los individuos y grupos teniendo en cuenta las necesidades de los mismos, trabajando con: improvisaciones musicales, auidiciones receptivas, analisis y comentario de canciones, actividades expresivo-creativas (dibujo, danza, modelado, movimiento, expresión corporal)
- Recalcar la importancia de lo vivido corporalmente.
- En la persona de edad avanzada se trata de favorecer el recuerdo y el mantenimiento de la memoria (por ejemplo con musica de su pasado), al tiempo que se trata de disminuir la agitación e incremetar la orientación en la realidad.
La musica se disfruta y valora de manera universal y puesto que juega un papel intergral en la vida cotidiana, la idea de utilizarla para propósitos terapeuticos parece evidente y fascinante.
Los métodos de tratamiento pueden hacer resaltar la escucha, la improvisación, la actuación, la comprensión, el movimiento y pueden incluir experiencias adicionales en el arte como la danza, el teatro y la poesía.
A veces la música puede ser el punto de partida del movimiento para comenzar un proceso de recuperación funcional; otras veces, invita al dialogo corporal entre paciente y terapeuta. En ocasiones puede hacer que una sesión grupal sea más completa, ayudando a sentir el ritmo y conseguir así mayor coordinación en los movimientos. La Musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo del autoestima, con técnicas que provoquen en el individuosentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo.
El ritmo, elemento básico, dinámico y potente de la música, es el estimulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados, desplazamientos tomando conciencia del espacio, vivenciados a través del propio cuerpo. Sin embargo, no es necesario oir la música para sentir el ritmo, de ahí que podamos trabajar con personas mayores hipoacúsicas o sordas a través de las vibraciones. La melodía permite profundizar en las emociones además de otros aspectos relacionales, causando a veces consuelo, sosiego, soñación y otros como reflexión, tristeza, ira, etc...
Los objetivos de la musicoterapìa como complemento al tratamiento fisioterápico serán prestar ayuda a mayores inhibidos, a personas paralizadas en su expresión corporal, encerrados en su soledad, a ayudar a encontrar a través del ritmo y la melodía la posibilidad de liberación corporal, de expresión y de comunicación.
Los mecanismos emocionales que la experiencia musical vivida pone en funcionamiento se traducen por respuestas motoras que siguen el ritmo de la música, por respuesta cinestésicas del tipo tensión-distensión, frío-calor, etc y modificaciones neurovegetativas como el enlentecimiento o aceleración del ritmo cardiaco, respiratorio, etc.
Mediante la aplicación de la musicoterapia, se ha podido constatar que muchas personas han mejorado considerablemente su deficiencia. Es obvio que ésta será en función del grado y de la cualidad de la misma, ya que podemos perseguir los mismos objetivos ni los mismos resultados en un tipo de incapacidad que en otro.
“Para el cerebro no hay vacaciones ni retiro”, dice Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo francés, quien dedicó su vida a investigar las relaciones psico-neurologicas existentes entre el oído, el lenguaje y la comunicación, y descubrió la enorme importancia que tiene la audición en la dinamización del cerebro.
En Perú existe una tendencia el envejecimiento de la población -como consecuencia directa del descenso de la taza de nacimientos y del aumento de la esperanza de vida- y, según estimaciones del INE para el año 2004, las personas mayores de 65 años van a representar el 7,29 % de la población nacional.Esto significa que cada día habrá más jubilados y con más años de vida por delante. Desde una perspectiva humanista el ideal es que esas personas puedan dedicar todo ese espacio de vida al relajamiento y a la autorrealización. Para ello es importante preparar la transición y asegurar un alto nivel de funcionamiento del cuerpo y la mente. Todo el mundo sabe lo importante y beneficioso que es caminar, correr y nadar para mantener un buen estado físico, pero poca gente reconoce la importancia que tiene ejercitar el cerebro, la memoria y la creatividad.
Tomatis ha demostrado que cuando se estimulan las habilidades para escuchar las personas sienten un mayor interés por la lectura, el aprendizaje y la autoexpresion. Se despierta un profundo deseo de comunicar, de contactarse con el mundo y de vivir. En otras palabras, encuentran una manera eficaz de satisfacer la constante necesidad de rejuvenecer que sienten todas las personas cuando empiezan a envejecer.
Hoy día se sabe que el oído humano es una verdadero dínamo para el cerebro y que entrega más del 90% de la energía necesaria para mantenerse en estado de vigilia. Sin embargo, para que esto ocurra es indispensable proveer al oído de estimulaciones continuas a través del sonido, la música y el movimiento.
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