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Sea lo que fuera lo que está negociando,
es esencial comenzar con el pie derecho. Si
entra en el procedimiento con una postura débil
o tambalea tratando de salir de la gatera, es
improbable que logre recuperarse. Toda negociación
empieza con las partes respectivas teniendo
una impresión general sobre su fuerza
y la fuerza de la otra parte . Desde luego que
el conocimiento es la clave. Usted espera tener
toda la información que hay sobre ellos.
Espera por otra parte, que no tengan toda la
que hay sobre usted. No obstante, objetivamente,
ninguno sabe todo lo que hay que saber sobre
el otro. Por consiguiente, arrancando con fuerza
y transmitiendo una imagen de poder y confianza
, puede hacer que la otra parte perciba que
su posición es más fuerte de lo
que creían . Sucederá lo contrario
si empieza con debilidad. Como resultado: un
fuerte comienzo y las expectativas de la otra
parte caerán un poco. Con un débil
comienzo, crecerán.
Recuerde que la apertura del proceso de negociación
no es el momento en que las partes empiezan
a discutir los puntos de acuerdo en una sesión
de regateo formal. Pueden haber comenzado, días,
semanas o aún meses antes , en aparentemente
inocentes sondeos o conversaciones preliminares.
Escuche atentamente para recoger información.
Aprenda la virtud de callarse para no transmitir
información de su situación que
podría hacer peligrar su situación
más adelante.
Y aún cuando comience la sesión
formal, habrán por lo menos unos cuantos
minutos antes que las partes bajen a los temas
del contenido. Utilice esos momentos para construir
su componente de buena relación y esté
alerta sobre sus comunicaciones no verbales.
Muestre una impresión de neutralidad,
una actitud de confianza en que la necesidad
de ellos de comprar es tan grande como su necesidad
de vender.
Apunte alto y probablemente obtendrá
un mejor resultado. Si permite que de entrada
lo intimiden y se retira , probablemente se
esté encaminando a una situación
problemática.
Existen pocas situaciones en las que una parte
o la otra tienen todas las cartas en la mano.
Considere dichas circunstancias y generalmente
verá que aunque un lado tiene una parte
desproporcionada de poder , existe no sólo
una y solamente una, posible salida. Si existe
una gama de salidas posibles, hay una oportunidad
de negociar.
Si hay oportunidad para negociar, asegúrese
de iniciar el proceso transmitiendo fuerza.Pregúntese:
Hay algo que pueda hacer o no, que podría
beneficiar a la otra parte ?
Hay algo que pueda hacer o rehusarme a hacer
que podría herir a la otra parte ?
Si la respuesta a ambas preguntas es "Sí"
, la otra parte tiene razón en negociar
con usted. Porque eso significa que tiene fuerza
, quizás más aún de la
que pensó que tenía. De cualquier
manera transmítales que usted tiene más
fuerza que la que ellos pensaban que tenía.
Retornemos al escenario entre John y Beth y
recuerde como se tambaleaba John al salir de
la gatera. Después de conseguir un acuerdo
en principio, Beth le pidió aclarar el
precio de : $50.000 . Después ella le
propuso un: "Que pasaría si?"
Que sucedería si compraran cinco en lugar
de uno ? John cotizó: $46.000. Beth contestó,
como podía esperarse, si el precio se
podía aplicar a la primer unidad y qué
sucedió ? John inicialmente retrocedió.
La balanza se inclinó en favor de
Beth. John nunca se recuperó de su débil
comienzo. Beth con una concesión unilateral
en su bolsillo, repitió el proceso. John
débilmente intentó mantener el
acuerdo para lo cuál siguió retrocediendo.
Beth, la hábil negociadora, siguió
martillando sobre John. Adopte una postura fuerte
de entrada.
Arranque fuerte desde el vamos.
6) Traiga todos los puntos sobre la mesa
El secreto total es esencial para una negociación
efectiva y es donde la mayoría de las
personas se introducen en problemas. Y solo
es cosa de sentido común pensar en ello.
El negociador inexperto tropieza en cada punto
del convenio.
Cada ítem-precio, entrega, condiciones,
periféricos, etc. etc. - es definido
aisladamente. Existen tres problemas en tratar
de definir un acuerdo de esa manera.
Primero, el proceso va a ser muy largo. Pueden
existir decenas de puntos para analizar. Para
cada ítem, ambos lados se hallan distantes
en sus posiciones iniciales. Eso significa que
ambas partes deberán acordar en un punto
aceptable.
Para llegar allí, un lado, el otro, o
probablemente los dos tendrán que hacer
concesiones. Eso llevará mucho tiempo.
Y tendrá que ser capaz de hallar el terreno
intermedio aceptable para cada uno de los puntos.
Si hay un solo ítem en el que no haya
encuentro, el trato muere. Y después
de hacer concesiones y argumentar veinte o treinta
puntos los lados respectivos están propensos
a encontrar algo donde ambos decidan de trazar
una línea en la arena y decir: "
No, no cederé en eso".
Segundo, tratar cada ítem en forma aislada
- fragmenta- creando una situación para
ganar o perder .Si, por ejemplo, está
de acuerdo en bajar su precio, la otra parte
gana a sus expensas. Si aceptan su precio, usted
gana a sus expensas.
Si establecen algo en el medio, ambos han perdido
algo y obtenido algo en cambio, excepto la oportunidad
de moverse hacia otro punto y continuar con
el proceso de ganar - perder. Esto no es exactamente
conducente a lograr el contrato. Un lado o probablemente
los dos, comienzan a sentir que han cedido lo
suficiente . El acuerdo se vuelve cada vez más
difícil en sus puntos sucesivos.
Finalmente la fragmentación es inapropiada
porque los puntos individuales del acuerdo no
existen aisladamente. Son todos integrantes
de un paquete que tiene que trabajarse .
Miremos el precio. Desde luego que el precio
es el punto más importante de la negociación.,
pero no es un elemento aislado. Su precio variará
dependiendo de los plazos, cantidades, empaque
y otras variables.
Debería tratar de establecer el precio
por separado y las cantidades por otra parte
porque el precio y la cantidad están
interelacionados.
No fragmente. En lugar de eso ponga todos los
tópicos y puntos sobre la mesa antes
de empezar con las negociaciones. Tome notas.
Haga preguntas. Pruebe de identificar todos
los puntos sobres los cuales se debe basar el
acuerdo.
Mantenga su atención y escuche. Tenga
el sentido de qué es lo que realmente
necesita y los objetivos de la otra parte.
Continúe preguntando: " Hay algo
más que tengamos que considerar ? "
Escriba sobre cada punto sobre los que deseen
conversar.
Retrocedamos y veamos cuán bien hizo
John de poner todo sobre la mesa en su negociación
con Beth. Primero, como hemos visto, Beth planteó
el tema del precio. John intentó débilmente
poner la variable cantidad sobre la mesa, pero
después retrocedió e hizo una
concesión unilateral. Este fue el punto
crucial de la discusión. Lo que tendría
que haber hecho John es tomar nota identificando
todos los ítems antes de negociar sobre
cada uno en particular.: "Sí, necesitaremos
conversar sobre el precio y las cantidades.
Hay algo más?" Desde luego que lo
había: Condiciones, instalación,
entrega. Todos aquellos puntos que afectaban
los costos para la compañía de
John, deberían haberse puesto sobre la
mesa junto con su precio y la cantidad y negociar
eso como un paquete .
En lugar de eso, ¿que sucedió?
Primero, Beth agrandada por haber recibido la
concesión unilateral de $4.000 menos
sobre el precio, decidió seguir con otra
demanda. Y conéxito! John le cedió
otros $2.000. El bajó su precio de $50.000
hasta $44.000 sin nada que lo justificara. Comprensiblemente
Beth decidió seguir atacando el precio,
diciéndole que $40.000 era lo máximo
que podía alcanzar porque era lo único
que tenía en su presupuesto. John fragmentó
el precio hacia $42.000. Y Beth procedió
a hacer el mismo juego sobre cada una de las
variables de manera aislada. John continuó
concediendo, probablemente eliminando toda ganancia
posible para su compañía, esperando
en vano que una concesión más
que hiciera sería la última y
que así podría concretar la operación.
Esto es importante, de manera que, repitamos:
· No fragmente
· No negocie los distintos puntos
de forma aislada
· No haga concesiones unilaterales
· Ponga todo sobre la mesa antes de
comenzar a negociar
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