Una objeción es una objeción,
¿correcto? ¡Equivocado! Las objeciones
se presentan en dos formas distintivas, fundamentalmente
distintas una de otra. Y fundamentalmente hay
diferentes tácticas para manejar las
distintas formas de objeciones.
Hemos visto la importancia de animar al cliente
para que ventile su objeción.
Escuche con cuidado. Use una frase que lo desarme.
Eso ayuda a establecer una relación positiva
de adulto a adulto con una comunicación
de ida y vuelta. Pero luego, antes de formular
una respuesta , primero debe clasificar la objeción.
Se clasifican de acuerdo con dos de las dimensiones
de la comunicación según el capítulo
tres: contenido y relación. Una objeción
válida está basada en su contenido.
El razonamiento detrás de una objeción
válida es lógico y factual, tal
como el cliente percibe que son los hechos.
Un punto importante para recordar es que los
hechos del cliente pueden contener un error,
carecer de sustancia o basarse en rumores o
afrentas. No hay diferencias . Aún es
una objeción válida si el candidato
cree que hay un problema basado en el contenido.
La otra clasificación es la de la objeción
visceral, que está basada en la relación.
El razonamiento que yace bajo una objeción
visceral es emocional, no lógico o factual,
y generalmente el candidato la esconde .
Por ejemplo, el cliente simplemente puede no
apreciarlo porque usted es demasiado joven o
demasiado viejo; porque es una mujer o porque
no lo es. Lleva el cabello muy largo o demasiado
corto.
¿Por qué debería eso ser
una diferencia? Bueno, no debería serlo,
pero desde cuándo los seres humanos son
lógicos o racionales ?
Las objeciones viscerales pueden surgir por
una actitud negativa hacia su empresa. Usted
puede representar a la Ford y todo cliente puede
pensar en aquél maldito auto modelo Pinto
que tuvo.
Puede ser agredido por una objeción visceral
si su candidato carece de poder de decisión,
pero se niega a admitirlo. ¿El resultado?
Que obtiene un No tras otro, en lugar de la
admisión de que le falta el poder, para
tomar una decisión.
Las objeciones viscerales a menudo se llaman
excusas o cortinas de humo. Suenan lógicas,
pero son realmente emocionales. Y con frecuencia
los candidatos hasta empiezan a creer que las
objeciones viscerales son objetivas. Pueden
decir :
"Estamos totalmente satisfechos con su
competencia" pero en realidad están
sentados sobre sus costumbres, enemigos del
cambio, o renuentes a tomar una decisión.
Pueden no estar realmente satisfechos, pero
comienzan a creerlo ya que así les evita
tener que hacer algo al respecto. Sí,
hay gente así por allí.
Siendo que las objeciones válidas y las
viscerales son tan diferentes y es esencial
clasificarlas antes de contestarlas, le gustaría
aplicar un método simple para clasificar
las objeciones, ¿no? Desearía
que fuese tan fácil como eso. Desafortunadamente,
la mayoría de las objeciones viscerales
vienen disfrazadas como válidas.
La gente no dirá usualmente que usted
no le gusta porque es muy bajo de estatura,
no le gusta su compañía porque
está ubicada en una zona de los radicales,
o simplemente no se siente con ganas de tomar
ninguna decisión el día de hoy.
Y así, inicialmente, debería tomar
toda objeción como válida. No
obstante si empieza a tener una serie de objeciones,
una tras la siguiente, debería comenzar
a preguntarse si realmente la objeción
no será visceral y basada en la relación.
Como ejemplo citaré
un escenario típico. Estoy seguro que
le ha pasado a usted alguna vez en su vida personal.
Usted conoce un candidato en una reunión
social, el sábado a la noche y lo llama
el lunes a la mañana .
Pasa lo
siguiente:
Usted: Hola, soy Mark Taylor
Candidato: ¿Quién ?
Usted: Mark Taylor. Nos conocimos en
el Sheraton el sábado a la noche .
Candidato: Ah sí. Usted.
Usted: Estaba pensando que quizás
podríamos encontrarnos esta tarde.
Candidato: No, me temo que no. Tengo un examen mañana
a la mañana. Tengo que estudiar.
Usted: Oh. Bien. ¿Y qué
le parece mañana a la noche ?
Candidato: No. No puedo. Tengo prácticas con el
coro.
Usted: Bueno quizás puedo encontrarlo
en la práctica . Me encanta cantar.
Candidato: No. Eso no sería posible porque el director
no nos deja llevar invitados.
Usted: Entonces, ¿qué le
parece para el miércoles ?
Candidato: Desearía poder pero tengo clases. Miércoles
a la noche.
Usted: ¿Qué le parece el
Jueves ?
Candidato: Lo siento, pero yo no planifico para fecha tan
distante.
¿Capta la idea? El cliente presenta una
objeción. Usted replica con una posible
solución. Hay otra objeción; solución;
otra objeción y sigue más y más
así.
Unas cuantas de esas y concluirá por
aceptar que no importa qué es lo que
diga o haga, le van a arrojar otra objeción.
El problema real no es de contenido objetivo,
es de relación visceral. Y ninguna cantidad
de hechos o lógica dará vuelta
una objeción visceral emocional.
No es fácil detectar las objeciones viscerales.
Pero si se encuentra dando vueltas y más
vueltas, rodando sin llegar a ninguna parte
pregúntese: ¿Podría ser
que estoy tratando de utilizar los hechos y
la lógica cuando el tema en realidad
es visceral y de relación humana?
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